On a dark night
Kindled in love with yearnings—
Oh, happy chance!—I went forth unobserved,
My house being now at rest.
-St. John of the Cross
How does one hush one’s house,
each proud possessive wall, each sighing rafter,
the rooms made restless with remembered laughter
or wounding echoes, the permissive doors,
the stairs that vacillate from up to down,
windows that bring in color and event
from countryside or town
oppressive ceilings and complaining floors?
The house must first of all accept the night.
Let it erase the walls and their display,
impoverish the rooms till they are filled
with humble silences; let clocks be stilled
and all the selfish urgencies of day.
Midnight is not the time to greet a guest.
Caution the doors against both foes and friends,
and try to make the windows understand
their unimportance when the daylight ends.
Persuade the stairs to patience, and deny
the passages their aimless to and fro.
Virtue it is that puts a house at rest.
How well repaid that tenant is, how blest
who, when the call is heard,
is free to take his kindled heart and go.
Jessica Powers
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24 de diciembre de 2022
“En una noche oscura,
con ansias en amores inflamado
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notado,
estando ya mi casa sosegada.”
-San Juan de la Cruz
¿Cómo se hace callar a la casa,
a cada pared orgullosa y posesiva, a cada viga que suspira,
a las habitaciones inquietas con risas recordadas
o a los ecos hirientes, a las puertas permisivas,
a las escaleras que se mueven de arriba abajo,
a las ventanas que traen el color y los sucesos
del campo o de la ciudad,
a los techos opresivos y a los suelos quejumbrosos?
La casa debe ante todo aceptar la noche.
Dejar que ella borre las paredes y su exhibición,
que empobrezca las habitaciones hasta llenarlas
con humildes silencios; que detenga los relojes
y todas las urgencias egoístas del día.
La medianoche no es el momento de recibir a un invitado.
Vigila las puertas contra amigos y enemigos,
y trata de hacer que las ventanas entiendan
su poca importancia cuando la luz del día ha terminado.
Haz que las escaleras se acojan a la paciencia y rechaza
los pasos que van y vienen sin rumbo fijo.
La virtud es lo que sosiega a una casa.
¡Qué bien recompensado es ese inquilino, qué bendecido,
el que, cuando escucha el llamado,
se siente libre para tomar su corazón encendido e irse.
Jessica Powers
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