Maya Angelou wrote “The ache for home lives in all of us. The safe place where we can go as we are and not be questioned.” As an Associate, a Catholic and a Christian, I have found that Providence assists me in feeling at home. I can be in a foreign country, on retreat, in a synagogue, at Providence Heights, in a community church, on my back deck or a walking trail and I recognize that Providence has led me to these holy spaces. Providence manifests itself to me. Home also finds me in people. They are the people that I can go to as I am and will be accepted. This is just as God accepts me with all my frailties and sinfulness. I am home.
Within people, I can find home. It is that comfortableness that comes with the silences between two of us. No words are needed. It can be the time when I need to pour my heart out and that other person listens, without judgement. Quietly, I can see and feel the love that allows me to go on. This is home.
During this special season of Advent, I can be a home, as I prepare myself for the birth of Jesus. As the beginnings of winter swirl around me, I can open myself. I can create a warm spot for Jesus to be comfortable, to be safe. Even as I prepare this spot, I know that Jesus will not judge nor question my intents. Jesus accepts me. I accept Jesus.
As Advent begins, will you begin to create a home for Jesus?
Linda Hoefflin, Associate
Please click on Leave a Comment (above) to share your thoughts and reflections.
30 de noviembre de 2022
Maya Angelou escribió: “El anhelo por el hogar vive en todos nosotros. El lugar seguro a donde podemos ir como somos, sin ser cuestionados”. Como asociada, católica y cristiana, he descubierto que la Providencia me ayuda a sentirme como en casa. Puedo estar en un país extranjero, en un retiro, en una sinagoga, en Providence Heights, en una iglesia comunitaria, en la terraza de mi casa o en un sendero para caminar. Reconozco que la Providencia me ha conducido a estos espacios santos. La Providencia se me manifiesta. Encuentro el hogar también en las personas. Son las personas a quienes puedo ir y ser aceptada como soy. Así es como Dios me acepta con todas mis debilidades y pecaminosidad. Estoy en casa.
Dentro de las personas, puedo encontrar mi hogar. Es esa comodidad que viene con los silencios entre nosotros dos. No se necesitan palabras. Puede ser el momento en que necesito desahogarme y que la otra persona escuche, sin juzgar. En silencio, puedo ver y sentir el amor que me permite seguir adelante. Esto es hogar.
Durante esta temporada especial de Adviento, puedo ser un hogar, mientras me preparo para el nacimiento de Jesús. A medida que los comienzos del invierno se arremolinan a mi alrededor, puedo abrirme. Puedo crear un lugar cálido para que Jesús se sienta cómodo, para estar seguro. Incluso mientras preparo este lugar, sé que Jesús no juzgará ni cuestionará mis intenciones. Jesús me acepta. Acepto a Jesús.
Al comenzar el Adviento, ¿comenzarás a crear un hogar para Jesús?
Linda Hoefflin, Asociada
Haga clic en ‘Leave a Comment’ (arriba) para compartir sus pensamientos y reflexiones.